EL Diccionario geográfico Universal, publicado por una sociedad de literatos el año 1831, describe así :

Premiá.

Lugar Realengo de España, prov. de Cataluña , corregimiento y á I 3/4 leguas al O. S. O. de Mataró , obispado y á 3 1/2 al N. E. 1/4 E. de Barcelona.

Población de 2.125 habitantes situada en una cuenca ó recodo que forma la cordillera que corre á lo largo de la costa. Su posición es muy pintoresca: las casas, edificadas entre vergeles de naranjos y una variada multitud de árboles frutales y campos cubiertos de flores, y al pie de la citada cordillera que la defienden de los vientos nortes, forman un vistoso anfiteatro.

Las alturas están cubiertas de viñedos y olivos, y toda la vegetación es muy lozana; sus habitantes se dedican con tanto esmero á la agricultura, que mantienen sus campos en una perpetua primavera. Las vertientes de los citados montes, forman una regata, llamada en el país riera, que corre por el centro de la población, pero solo en tiempo de lluvias, y va a desaguar al mar, que dista media hora. Esta riera el camino que conduce al lugar, y como en algunas ocasiones suele bajar bastante crecida, tiene por ambos lados una recia pared, que salva las fincas contiguas de los estragos de las aguas. Por encima de esta pared asoman sus copas los naranjos, los limoneros dulces, los rosales y otros floridos arbustos que embalsaman el aire con el perfume de sus flores y da sus frutos.

Esta población se divide en Premia de dalt ( alto ) y Premia de baix ( bajo ) ó de la marina, mediando entre ambas, campos cultivados, viñedos y huertas. Premia de abajo, aunque depende en lo civil y eclesiástico del de arriba, nombra 3 regidores que hacen parte del ayuntamiento, tiene una iglesia en donde se celebra en todos los días festivos, y compone un barrio bastante dilatado, en la misma orilla del mar, y sobre la izquierda de la carretera que por la costa conduce á Gerona.

El caserío es uniforme, regular y muy aseado, formando calles bien dispuestas, y por lo común de una sola acera : cada casa tiene á su frente un pequeño huerto, con un emparrado que cubre un aljibe y pozo. La simétrica colocación de estos toldos, en una misma línea, le blancura de los edificios, su aseo, y una multitud de mujeres y niñas, ocupadas en hacer blondas en los frentes de sus casas con sus almohadillas apoyadas en la pared, marcan un carácter propio de las poblaciones de la costa.

En Premiá de abajo hay parada de diligencias. A media hora de camino hacia el norte, partiendo del de arriba, y sobre un collado de deliciosa vista, que domina el mar y llanos de la parte de Mataró, hay un magnifico santuario, dedicado Ntra. Sra., con la advocación de la Sisa, y contiguo a él, une casa hospedería, en donde habita el encargado de su custodia.

Todo el año, y mas en los días festivos, van á visitarlo muchos devotos de toda la comarca, y el día de los santos apóstoles San Felipe y Santiago se observa una concurrencia numerosa y lucida, así como el 25 de marzo, fiesta de su titular.

El término de este pueblo produce trigo, vino, un poco de aceite, legumbres, roseta y frutas, especialmente naranjas chinas de un sabor exquisito y palmeras. Bajo la influencia de su templado cielo, crece en abundancia el nopal, donde podría arraigarse la cría de le cochinilla, y aclimatarse también muchos de los frutos de la India y América. La industria en Premia de arriba es la agricultura y de fábricas de algodón fino, y en el de abajo la navegación y pesca: con este objeto salen todos los años muchas barcas para Francia.

En ambos pueblos se dedican las mujeres el ramo de blondas, que son de un trabajo exquisito, y de las que se hacían antes grandes envíos á América; así como de medias de seda de que había algunos telares. Sus floridos campos les proporcionan otro ramo de industria, proveyendo a la capital de rosas y claveles y otras varias especies de flores exquisitas, y flor de naranjo para las perfumerías y laboratorios farmacéuticos.